Page 143 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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Había subido seis metros, siete, nueve…
Una gigantesca figura se deslizó ante él,
ocultándole los rayos del sol.
Estuvo a punto de caerse de la paja. Perdió el
equilibrio y descendió hasta la parte inferior de la
paja, asiéndose desesperadamente con los brazos a
su resbaladiza superficie. Al fin consiguió
detenerse y se encontró frente a los brillantes ojos
verdes del gato.
La impresión recibida le dejó sin aliento. Se
sintió aún más petrificado que cuando el gigante
había bajado las escaleras. Siguió agarrado a la paja,
mirando fijamente al gato como si éste le hubiera
hipnotizado.
Los bigotes, parecidos a lanzas, sé movieron. El
enorme gato se inclinó hacia adelante con inquieta
curiosidad, acercando el vientre al suelo, bajando
las patas delanteras y arqueando ligeramente el
lomo. Scott sintió su cálido aliento en la cara y tuvo
náuseas.
Inconscientemente, se deslizó hacia abajo unos
cuantos milímetros. Un inquietante ronroneo se
escapó de la garganta del gato y él se detuvo
bruscamente, permaneciendo inmóvil en aquella
posición. Los bigotes del gato volvieron a moverse.
Su aliento era repugnante. Girando la cabeza de un
lado a otro, vio sus afilados dientes que, como
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