Page 35 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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consciente de su piel sudorosa, de la frialdad y el
agarrotamiento de sus dedos. Siguió respirando
convulsivamente a través de los labios separados,
debilitado por la violenta lucha contra el horror.
¿Matarla? La idea le heló la sangre.
Un poco más tarde se sumió en un agitado
sueño, y pasó la noche envuelto en el tormento de
horribles pesadillas.
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