Page 355 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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nieve hasta los muslos. Al siguiente, una masa de
gran peso se había abatido sobre él,
derrumbándole. Con el rostro cubierto de nieve, se
incorporó justo a tiempo para ver que el oscuro
gorrión se disponía a atacarle de nuevo.
Jadeando, alzó un brazo cuando el pájaro se
cernía sobre él y le obligó a remontarse sobre sus
rígidas alas.
Subió en línea recta, describió un brusco círculo
y bajó en picado. Antes de que Scott se hubiese
puesto en pie, el pájaro se encontraba delante de él,
tan cerca que incluso pudo oler sus plumas
húmedas. Sus alas se agitaron salvajemente en el
aire; su afilado pico le lanzó una rápida estocada.
Volvió a caer hacia atrás, cogió un puñado de
nieve y lo tiró a la cabeza del gorrión. Éste se
remontó por los aires, graznando con violencia, dio
una vuelta cerrada y empezó a volar en círculos por
encima, agitando con fuerza las oscuras alas.
La asustada mirada de Scott se dirigió hacia la
casa, y vio la ventana del sótano y el cristal que
faltaba.
Entonces, el pájaro volvió a atacarle. Se arrojó de
bruces en la nieve, y el oscuro gorrión de veloces
alas no hizo más que rozarle. Después se elevó,
describió unos cuantos círculos, y volvió a bajar en
picado. Scott corrió unos pocos metros y se cayó de
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