Page 356 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
P. 356
nuevo.
Logró levantarse y tiró más nieve hacia el
pájaro, que la desvió con el pico. Aleteó en
dirección a él; Scott giró sobre sus talones y
consiguió dar unas cuantas zancadas antes de que
le atacara nuevamente, golpeándole la cabeza con
las alas. Él agitó los brazos y sus manos chocaron
con los huesudos costados del gorrión. El pájaro
volvió a remontarse.
La escena se repitió una y otra vez. El avanzaba
torpemente a través de la nieve helada hasta que le
oía aproximarse. Entonces, se dejaba caer de
rodillas, giraba bruscamente y lanzaba un puñado
de nieve a los ojos del gorrión, cegándole y
obligándole a retirarse el tiempo suficiente para
avanzar unos cuantos metros más.
Hasta que, finalmente, helado y empapado, se
apoyó con la espalda en la ventana del sótano y tiró
varias bolas de nieve hacia el pájaro con la débil
esperanza de que abandonara su propósito y él no
tuviera que verse obligado a entrar en el sótano.
Pero el pájaro siguió acercándose, bajando en
picado y deteniéndose frente a él, mientras agitaba
las alas con el ruido de una sábana que ondeara al
viento. De repente, el afilado pico del gorrión cayó
sobre su cabeza como un martillo, rasgándole la
356

