Page 301 - La Penúltima Verdad - Philip K. Dick
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La penúltima verdad Philip K. Dick 301
representante de Brose, el comisario político que sin duda
estará enterado de todo cuanto acontece aquí arriba, no
hace falta decir lo que pasará. Tiene que decidir por sí
mismo, Adams ‐agregó Lantano‐. Hágalo por el motivo
que le parezca mejor: para vengar la muerte de Lindblom,
para salvar su propia vida... o en aras de la humanidad.
Puede elegir. O por las tres cosas a la vez, si lo prefiere.
Pero usted es el único que tiene acceso a Brose. Tiene
oportunidades para eliminarle, aunque las
probabilidades a su favor, justo es reconocerlo, sean
pequeñas. No obstante, existen. Y vea su situación actual
y el miedo que está pasando. Y aún sentirá más miedo en
el futuro, Adams; yo le predigo que su situación no hará
sino empeorar y creo que el señor Foote estará de acuerdo
conmigo.
‐Pues yo... no sé qué decir ‐murmuró Adams.
‐Desde el punto de vista moral ‐prosiguió Lantano‐ la
acción sería justa. Estoy seguro de ello. El señor Foote lo
sabe, y Nick también... a la vista de las circunstancias. Y
usted también lo sabe, no lo niegue, Adams. ¿No es
cierto? ‐Al ver que Adams no respondía, se volvió hacia
Foote para decir‐: Claro que lo sabe. Es uno de los pocos
hombres de Yance que lo sabe, que conoce la realidad de
los hechos. Y especialmente ahora, después de la muerte
de Lindblom.
‐Pero ¿matarle, con qué? ‐consiguió articular Adams
por fin.
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