Page 191 - El Jugador - Iain M. Banks
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porque  nuestra  tecnología  le  lleva  una  delantera  muy

            considerable a la suya, pero controlarles exigiría que nos


            convirtiéramos  en  una  fuerza  de  ocupación  y  eso

            significaría  que  tanto  nuestros  recursos  como  nuestra

            moral  se  verían  sometidos  a  un  desgaste  inmenso.


            Estamos casi seguros de que semejante aventura acabaría

            siendo  considerada  un  error  por  mucho  entusiasmo

            popular que despertara al comienzo. Los habitantes del


            imperio saldrían perjudicados porque se unirían contra

            nosotros  en  vez  de  unirse  para  acabar  con  el  régimen

            corrupto  que  les  controla,  y  eso  haría  que  el  reloj

            retrocediera  un  siglo  o  dos,  y  la  Cultura  saldría


            perjudicada  porque  imitaría  la  conducta  de  aquellos  a

            quienes más despreciamos: los invasores, los ocupantes y

            los fanáticos de la hegemonía.

                  ‐‐Parece  muy  seguro  de  que  la  opinión  popular  se


            mostraría decididamente a favor de la intervención.

                  ‐‐Déjeme que le explique algo, Jernau Gurgeh ‐‐dijo la

            unidad‐‐.  El  Azad  es  un  juego  que  va  acompañado  de


            apuestas,  y  es  frecuente  que  las  apuestas  lleguen  a  los

            niveles más altos imaginables. La forma que toman esas

            apuestas  puede  ser  bastante  macabra.  Si  accede  a


            participar en el juego dudo mucho de que llegue a los

            niveles  en  que  el  desenlace  de  una  partida  puede






                                                                                                         190
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