Page 372 - El Jugador - Iain M. Banks
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de cavernas artificiales excavadas en la pizarra varios
siglos antes para almacenar gas natural. El gas se había
agotado hacía mucho tiempo, la ciudad utilizaba otras
formas de energía y el conjunto de enormes cavernas
unidas las unas a las otras había sido colonizado, primero
por los pobres de Groasnachek y luego (mediante un
lento proceso de osmosis y desplazamiento, como si el
comportamiento del gas natural y el de los seres humanos
fuera prácticamente idéntico) por sus criminales y fuera
de la ley y, finalmente aunque no del todo, por los nativos
de otras especies y el cortejo de locales que dependía de
ellos, con lo que las cavernas se habían convertido en algo
a lo que sólo le faltaba el nombre para ser un auténtico
ghetto de extranjeros.
El vehículo en el que viajaban Gurgeh y Za entró en lo
que había sido un gigantesco cilindro para el almacenaje
del gas y que ahora albergaba dos rampas en forma de
espiral que servían para que los vehículos de superficie y
de otros tipos entraran y salieran del Agujero. El cilindro
seguía estando básicamente vacío, y el centro de aquella
inmensa estructura que vibraba continuamente con un
sinfín de ecos estaba ocupado por un conjunto de
ascensores de varios tamaños que subían y bajaban por
entre armazones improvisadas de tubos, cañerías y vigas.
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