Page 248 - La Nave - Tomas Salvador
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cómo los hombres fuertes no tienen miedo a nada.
Claro que está bastante estropeado, pero yo tengo
manos para los dos. Que venga a mí familia.» Y él
dijo que sí.
La familia de Kalr vivía muy arriba, casi
inmediatamente a las fronteras. Era una zona de
escasa luz actínica, porque en realidad eran las
cámaras que los kros habían abandonado a medida
que la perdían. En ellas volvió a experimentar el
fenómeno del «repositor» renovando el aire, cosa
que había olvidado en los pisos inferiores. Anotó
mentalmente la necesidad de investigar por qué
abajo, sin la renovación periódica del «repositor»,
existía mejor y más abundante aire. En todo caso, en
aquellas cámaras de Kalr existía un cierto equilibrio.
Se notaba la influencia del «repositor», y el mismo
Kalr dijo que no podían tener muchos falux
encendidos porque gastaban aire; pero era evidente
que no se notaba el ahogo de los últimos instantes.
Las cámaras eran iguales o parecidas a todas las
de la Nave. Era una zona intermedia y abundaban
los corredores, los armarios, las rampas elevadoras
y los centros de distribución. Las cámaras eran
sencillas, sin ornamentación, con suelo de goma
plástica, para recoger la energía estática, muy densa
en aquella zona. Los wit de la familia Kalr vivían
sometidos a los caprichos del padre de la familia; la
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