Page 261 - La Nave - Tomas Salvador
P. 261

—Espera, Kalr, déjame pensar.



               —¿Necesitas pensar?



               —Soy tu cabeza; no lo olvides.



               Era extrañamente curioso que él, Shim, Hombre


            de Letras, hombre mutilado, se viera envuelto en la


            vorágine  de  acontecimientos  que  se  sucedían.


            Nunca  pudo  haber  supuesto  que  habría  de  ser


            capaz de ver lo que estaba viendo, y ser, en cierto


            modo,  partícipe  de  todo  ello.  Y  no  tenía  miedo.


            Descubría  que  también  «aquello»  —el  riesgo,  el


            juego de ajedrez con bazas humanas— le gustaba.



               —No traigas a los cautivos, Kalr.



               —¿Por qué?



               —Si los traes, luego no se los podrás quitar a tus


            hombres...



               —No se los pienso quitar.



               —Los destrozarán, entonces...



               Kalr se estaba impacientando.



               —Peor para ellos. Son mí botín de guerra. Ya lo


            has oído a Natto.



               —Natto estaba ebrio y tú también lo estás.


               —Mira,  Shim,  vete  de  aquí  antes  de  que  te



            atraviese.



               —Me iré. Pero tú no eres un gran guerrero. Tú eres


            un cortador de «La Carne»...




                                                                                                           261
   256   257   258   259   260   261   262   263   264   265   266