Page 266 - La Nave - Tomas Salvador
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aquélla era la destrucción de un hombre fuera de su
lugar en la vida.
Se enfrentó decididamente con el caos de niveles,
plataformas y corredores. Llevaba los dos brazos
tendidos y eran como antenas de su sensibilidad.
Durante algún tiempo, el ruido de la familia Kalr,
los enormes alaridos de aquellas gargantas
primitivas, le fueron guiando. No tenía más que
alejarse de allí. Recordó una frase oscura de un
cronista del Libro: Terminaremos siendo humanos de la
Edad de Piedra en una maravilla científica.
Cuando quedó definitivamente solo, entre los
ruidos ominosos del metal y sus ecos, entre zonas
de oscuridad, donde tenía que ir tanteando con los
pies, y cayendo y volviendo a caer, demasiado
aterrado para saber siquiera si subía o bajaba, lo
hubiera dado todo, hasta la vida de los diez kros,
por estar al lado del bestial Kalr, sus guerreros, sus
mujeres y sus luces humeantes.
Siete
FAMILIA LUXI
¿Cómo podía saber si estaba vivo o muerto,
despierto o soñando...? Sin embargo, sabía que
estaba con los ojos abiertos. Lo sabía, aunque no
pudiera tocarse con las manos. Lo sabía, aunque no
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