Page 300 - La Nave - Tomas Salvador
P. 300

acercaba el día de la fiesta, y las mujeres cocinaban


            grandes  cantidades  de  unos  pastelillos  dulces  y


            agradables; otras, cantaban y se movían con cierto


            ritmo, muy diferente al que la familia Kalr imprimía


            en sus reuniones, jugando con sus vestiduras... Pero



            Brisco  no  estaba  contento.  Era  tan  transparente


            como una lámina de cuarzo.


               —¿Qué te falta, Brisco?



               —Se acerca la fiesta, y apenas podré ofrecer nada.



            Las  cubiertas  de  arriba  están  cerradas  para


            nosotros; no podemos robar tejidos; ni plantas, ni


            etilos para beber. ¿Qué puedo hacer, Shim?



               —¿Necesitas hacer algo?



               Brisco pareció enfadarse.


               —¿Si lo necesito? ¿Quieres que Kalr se ría de mí y


            que Hipo se burle y que Luxi me niegue los falux?



               —Perdona,  Brisco,  pero  no  olvides  que  yo  no



            conozco  todavía  la  importancia  de  tu  familia.


            Porque tu familia es importante, ¿verdad?


               —Muy  importante,  Shim;  la  familia  más



            importante de la Nave.



               —Así  lo  suponía,  Brisco.  Y  dime,  ¿qué  hace  tu


            familia?


               Cierto  como  era  calvo.  Brisco  no  encontraba



            palabras para explicar debidamente la importante


            tarea de no hacer nada, de ser objeto y no ser nada,



                                                                                                           300
   295   296   297   298   299   300   301   302   303   304   305