Page 138 - Triton - Samuel R. Delany
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para mí. —Sonrió—. Un asunto del corazón, si quiere
llamarlo... Si no le importa, seguiré...
—No —dijo Bron, volviéndose—. Quiero decir, no me
importa. Pero yo...
Miriamne ya había echado a andar de nuevo.
Bron la alcanzó.
—Quiero decir, pensé que podía pararme un
momento y ver si la Púa..., la Púa estaba allí. Deseaba...,
bueno, decirle lo mucho que me había gustado su pieza
de teatro..., a menos, por supuesto, que estén por ahí
actuando...
—No —dijo Miriamne—. No esta noche. Sin
embargo, puede que estén ensayando. —Descruzó los
brazos, clavó un pulgar de cromada uña en su cinturón
de hebilla cromada—. Por un par de cosas que dijo, no
me sorprendería que se alegrara de verle. —Lo cual,
mientras él se apresuraba a seguirla (a veces en silencio a
su lado, a veces en silencio tras ella) le hizo burbujear de
felicidad.
Calles oscuras, acuchilladas aquí y allí por una luz de
sodio clavada a una pared (los centímetros inferiores de
la mayoría de las lámparas estaban recubiertos de
suciedad), dieron paso a callejones más estrechos. Los
resplandecientes números y letras rojos de las
coordenadas, en sus pequeños marcos encima de él,
tenían ahora tantos exponentes y subíndices que uno
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