Page 276 - Triton - Samuel R. Delany
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Durante los siguientes diez minutos, Bron averiguó
que la mujer rubia de ojos azules en el diván contiguo al
de Bron formaba parte de la comuna familiar de Sam, y
que la muchacha regordeta y bronceada que iba de un
lado para otro diciendo: «¿Drogas? ¿Alguien quiere
drogas?» y dando palmadas a un lado del cuello de
cualquiera que le sonriera y asintiera era su hija.
—¿Quieres decir que realmente puedes hacerlo sin
drogas? —preguntó alguien.
—Bueno, Sam desea que contemplemos el despegue
—dijo la mujer rubia, echándose hacia atrás en su diván
y torciendo el cuello para ver quién había hablado—. Así
que sugiero que las toméis..., de otro modo, puede
resultar un poco trastornante.
—Por eso exactamente lo pregunté —dijo el que había
hablado antes.
Cuando la muchacha regordeta llegó junto al diván
de Bron, éste, movido por un impulso, sonrió y agitó la
cabeza.
—No, gracias... —Pero la mano de la muchacha
palmeó su cuello de todos modos; luego se echó hacia
atrás y pareció apenada:
—Oh, lo siento terriblemente. Dijo usted «No»...
—Hummm, está bien —murmuró Bron.
—Bueno, quizá no haya recibido mucha... —y se
apresuró hacia el siguiente diván.
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