Page 163 - Anatema - Neal Stephenson
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prestó atención, lo que hizo que Lio usase un montón de
flújico, para disgusto de fra Delrakhones. Arsibalt, por su
parte, siguió empleando palabras como «bellacos».
Cord los reconoció por la descripción del vehículo y la
ropa que llevaban.
—Son de aquí… —dijo, y se calló.
—¿Una banda? —sugirió Delrakhones.
Cord se encogió de hombros.
—Una banda que tiene colgadas de las paredes fotos de
bandas ficticias de viejos motus.
—¡Qué fascinante! —exclamó Arsibalt, mientras fra
Delrakhones asimilaba ese detalle—. Son, por tanto, una
especie de metabanda…
—Pero aun así cometen actos propios de una banda —
dijo Cord—, como no tengo que explicarte.
Por las preguntas planteadas por Delrakhones nos quedó
claro que intentaba deducir a qué Iconografía estaba
adscrita la banda. No parecía entender algo que para Cord
y para mí estaba más que claro: que había extras capaces
de dar una paliza a un avoto simplemente porque era más
entretenido que no hacerlo… no porque creyesen en
alguna teoría ridícula sobre lo que éramos. Él estaba
dando por supuesto que los bellacos se molestaban en
tener teorías.
Por tanto, Cord y yo nos impacientamos primero y luego
nos aburrimos (y como le gustaba decir a Orolo, «el
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