Page 256 - Anatema - Neal Stephenson
P. 256
impulso hasta el cierre de las puertas al crepúsculo, así que
no era probable que me perdiese nada.
El prado estaba iluminado en parte por la luna de la
cosecha y en parte por la luz que escapaba de la gran
carpa. Me volví para mirarla: daba la impresión de ser una
luna de color pajizo semihundida en un mar oscuro.
Delante de ella se encontraba Lio. Se movía de una forma
extraña, como si bailase, lo que en su caso no era
demasiado extraño. Llevaba un extremo del paño
alrededor del cuerpo, con modestia, pero el otro iba y
venía… Lo lanzaba con fuerza, descansando un momento
y volvía a lanzarlo: era lo mismo que había estado
practicando con la estatua de Sante Froga. Resultaba
extrañamente fascinante. Yo no era el único espectador:
algunos visitantes se habían congregado a su alrededor.
Hombres fornidos. Cuatro. Todos vestidos del mismo
color. Con números en la espalda.
El paño de Lio saltó por encima del número 86 y le
cubrió, lo que le dio aspecto de fantasma. Agitó los brazos
para liberarse. Su cabeza era un punto fijo… por tanto, un
buen blanco para la planta del pie de Lio. Una patada
perfecta.
Eché a correr.
El 86 cayó de espaldas. El impulso llevó a Lio al mismo
punto. Empleó el torso de 86 para amortiguar el aterrizaje
y se apartó rodando inteligentemente, agachado como una
araña y liberando el paño. El 79 se acercaba. Lio se apartó
256

