Page 34 - Anatema - Neal Stephenson
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había dado cuerda al reloj cada día, excepto cuando fra Lio
se olvidaba y los otros teníamos que hacerlo solos. Dos
semanas antes se había olvidado, y sur Trestanas, la
Guardiana Regulante, le había impuesto una penitencia:
arrancar las hierbas durante la época más calurosa del año.
Quedaban ocho minutos. Pero incordiar a Lio con el
tiempo no me llevaría a ninguna parte; tenía que recorrer
todo el camino del tema del que quisiese hablar y salir por
el otro lado.
—Hormigas —dije. Luego, conociendo a Lio, me
corregí—: ¿Vlog de hormigas?
Podía oírle sonreír.
—Dos colores de hormigas, fra Raz. Están en guerra.
Lamento decir que la provoqué yo. —Tocó un montón de
cañas arrancadas de bayacorte.
—¿Es una guerra o simplemente una confusión sin
sentido?
—Eso precisamente intentaba dilucidar —dijo—. En la
guerra hay estrategia y táctica. Como flanquear algo. ¿Las
hormigas pueden flanquear?
Apenas comprendía a qué se refería: atacar por un lado.
Lio extraía esas palabras de viejos libros sobre vlog —
vallelogía— como si arrancase dientes de dragón de una
mandíbula fósil.
—Supongo que las hormigas pueden flanquear algo —
dije, aunque presentía que era una pregunta con trampa y
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