Page 41 - Anatema - Neal Stephenson
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entender que las chispas habían alcanzado el lado de los
Centenarios. En nuestro lado, siguiendo el borde entre el
prado y las marañas donde cultivábamos la mayor parte
de nuestra comida, los fras y sures habían formado hileras
para combatir el fuego que llegaba hasta el mismísimo río.
Pasábamos cubos llenos fila arriba, lanzábamos el agua a
las marañas que parecían correr más peligro de
incendiarse y bajábamos cubos vacíos. Si alguna vez has
visto una maraña bien atendida a finales de verano sabrás
por qué; la cantidad de biomasa es tremenda y, a esas
alturas del verano, está tan seca como para prender.
Durante la Inquisición, el ayudante de Guardián
Regulante de servicio en ese momento había testificado
que el fuego inicial había producido tanto humo que le
había resultado imposible ver claramente qué habían
hecho Lio y Jesry. Así que el asunto se registró en la
Crónica como un accidente y los chicos escaparon sólo con
una penitencia. Pero yo sé, porque Jesry me lo contó
después, que cuando inicialmente el fuego de la flemática
se había extendido a la hierba circundante, Lio, en lugar
de apagarlo con los pies, había propuesto luchar contra el
fuego con fuego y controlarlo usando vlog de fuego. Sus
intentos de provocar contrafuegos no habían hecho más
que empeorar las cosas. Jesry consiguió poner a salvo a Lio
mientras éste intentaba montar un contra‐contrafuego
para contener un sistema de contrafuegos que se suponía
que debía estar conteniendo el fuego original pero que se
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