Page 43 - Anatema - Neal Stephenson
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juegos.  Para  nosotros,  una  pantalla  era  una  pared  con


          muchos agujeros, una barrera a través de la cual se podía

          ver, oír y oler.

            Desde la base de la Seo surgían cuatro grandes naves, al


          norte, este, sur y oeste. Si alguna vez has asistido a una

          boda o un funeral en alguna de las arcas de los Deólatras,

          una nave te recordaría la zona grande donde los invitados


          se  sientan,  se  ponen  en  pie,  se  arrodillan,  se  flagelan,

          ruedan  por  el  suelo  o  hacen  lo  que  sea  que  hagan.  Por

          tanto, el presbiterio se correspondería con el lugar donde


          el sacerdote se coloca frente al altar. Visto en la distancia,

          son las cuatro naves las que hacen que la base de la Seo sea


          tan ancha.

            A los invitados de extramuros, como el artesano Flec, se

          les permitía, cuando no eran especialmente contagiosos y


          si se comportaban, entrar por la Puerta de Día y mirar a

          los avotos desde la nave norte. Así había sido más o menos


          durante el último siglo y medio. Si visitabas un concento

          entrando por la Puerta de Día, te llevaban por un portal en

          la fachada norte y recorrías el pasillo central de la nave


          norte hasta la pantalla del fondo. No podría reprochársete

          que creyeses que toda la Seo estaba compuesta solamente

          por  esa  nave  y  el  espacio  octogonal  del  otro  lado  de  la


          pantalla. Pero alguien situado en las naves este, oeste o sur

          cometería el mismo error. Las pantallas estaban a oscuras

          por el lado de la nave e iluminadas en el del presbiterio,


          de  modo  que  se  veía  con  facilidad  lo  que  pasaba  en  el



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