Page 397 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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Moses ya había colocado la mayoría de las
tapas de los depósitos,
y dio la vuelta al vehículo para dirigirse a la
puerta de atrás. Se metió dentro y colocó la
llave inglesa en el suelo. Golpeó las paredes
interiores con el puño.
—Una construcción buena y fuerte —dijo.
—Creo que estamos listos para partir —dije
yo.
—¿Pero a dónde... a cuándo... vamos?
—¿Importa eso? A cualquier sitio lejos de
aquí... eso es lo único importante. Al pasado
para intentar arreglar las cosas.
»Moses, hemos acabado con el siglo veinte.
Ahora debemos dar otro salto en la
oscuridad. ¡Nuestras aventuras todavía no
han terminado!
Su mueca de confusión desapareció, y vi que
una determinación temeraria tomaba su
lugar; apretó la mandíbula.
—Entonces, ¡que así sea, o al infierno!
—Creo que puede que así sea —dijo
Nebogipfel.
—Profesor Gödel, suba al coche —grité.
—Oh, no —dijo, y puso las manos frente a
él—. Mi lugar está aquí.
Moses se adelantó.
—Pero las paredes de Londres se están
desmoronado a nuestro alrededor. Los
cañones alemanes están a unas pocas millas.
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