Page 117 - El Señor De La Luz - Roger Zelazny
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En el otro extremo del patio estaba la Mansión de piedra


        negra. Avanzó en aquella dirección, seguido por sus jine‐

        tes, hasta que fue interpelado desde los escalones del pro‐

        pio palacio, que estaba a su derecha.


           Tiró de las riendas y se volvió para mirar en aquella di‐

        rección. El hombre llevaba una librea negra con un círculo


        amarillo al pecho, y agitaba un bastón de ébano. Era alto,

        corpulento, e iba embozado hasta los ojos. No repitió su sa‐

        ludo, sino que se inmovilizó, aguardando.


           El príncipe guió su montura hasta el pie de la amplia es‐

        calinata.

           –Debo hablar con los Maestros del Karma –afirmó.


           –¿Tienes concertada cita? –preguntó el hombre.

           –No –dijo el príncipe–, pero se trata de un. asunto de im‐


        portancia.

           –Entonces lamento que hayas hecho este viaje para nada

        –respondió el otro–. Es necesaria una cita previa. Puedes


        hacer  los  arreglos  necesarios  en  cualquier  Templo  de

        Mahartha.

           Dio un golpe en la escalinata con su bastón, se volvió de


        espaldas y empezó a alejarse.

           –Destrozad  el  jardín  –dijo  el  príncipe  a  sus  hombres–.

        Arrancad los árboles, apiladlos en cualquier lado y pren‐


        dedles fuego.

           El hombre de negro se detuvo, se volvió de nuevo.


           Solamente el príncipe aguardaba al pie de las escaleras.

        Sus hombres estaban dirigiéndose ya hacia el jardín.

           –No puedes hacer eso –dijo el hombre.




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