Page 223 - El Señor De La Luz - Roger Zelazny
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por un momento, volvía a la completa visibilidad, se des‐


        vanecía de nuevo, regresaba. De sus garras chorreaba algo

        que no era sangre, y una amplia quemadura cruzaba su pe‐

        cho. El aire se llenó con el olor a pelo chamuscado y carne


        quemada.

           –¡Maestro! –gritó–. ¡Ha llegado un extraño, pidiendo au‐


        diencia contigo!

           –¿Y no has conseguido convencerle de que no estaba dis‐

        ponible?


           –Señor, una veintena de guardias humanos cayeron sobre

        él, e hizo un gesto... Agitó su mano hacia ellos, y hubo un

        estallido de luz tan brillante que ni siquiera los rakasha pu‐


        dimos  mirarla  directamente.  Por  un  instante  sólo  hubo

        esto..., y luego todos habían desaparecido, como si no hu‐


        bieran existido nunca. También había un gran agujero en

        la pared, detrás del lugar donde estaban... No había casco‐

        tes: sólo un limpio y liso agujero.


           –¿Y entonces te lanzaste contra él?

           –Muchos de los rakasha nos lanzamos contra él..., pero

        tiene eso que nos repele. Hizo un gesto de nuevo, y tres de


        nosotros  desaparecieron,  desvanecidos  en  esa  luz  que

        arroja... Yo no recibí toda su fuerza, sino que apenas fui ro‐

        zado por su poder. En consecuencia, me envió aquí para


        entregar  su  mensaje...  Ya  no  puedo  seguir  mantenién‐

        dome...














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