Page 228 - El Señor De La Luz - Roger Zelazny
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Al hacerlo, hubo como un retumbar, y el negro bosque se


          extendió en un instante por todo el suelo, tragando a la fi‐

          gura erguida allí en medio, con sus oscuras ramas agitán‐

          dose  temblorosas  hacia  ella.  El  retumbar  prosiguió,  y  el


          suelo se movió varios centímetros bajo sus pies. Encima de

          sus cabezas se produjo un crujido y el sonido de piedra al


          partirse. Empezó a caer polvo y mortero.

             Entonces hubo un destello cegador de luz, y los árboles

          desaparecieron,  dejando  cortos  tocones  y  ennegrecidas


          manchas en el suelo.

             Con un gruñido y un tremendo crujido, el techo cedió.

             Mientras retrocedían cruzando la puerta que se abría de‐


          trás del trono, vieron a la figura, que seguía de pie en el

          centro de la estancia, alzar su vara directamente sobre su


          cabeza y moverla en un pequeño círculo.

             Un cono de brillo partió hacia arriba, disolviendo todo lo

          que tocaba. Los labios de Agni seguían distendidos por una


          sonrisa cuando las grandes piedras llovieron a su alrede‐

          dor, sin que ninguna cayera cerca de él.

             El retumbar prosiguió, y el suelo crujió, y las paredes em‐


          pezaron a oscilar.

             Cerraron de golpe la puerta, y Sam sintió un terrible vér‐

          tigo cuando la ventana, que un momento antes se hallaba


          en el extremo más alejado del corredor, pasó como una ex‐

          halación por su lado.


             Echaron a correr hacia arriba y hacia fuera a través del

          aire,  y  una  sensación  de  hormigueo  y  burbujeo  llenó  su







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