Page 243 - LIBRO DE ACTAS-II-JORINVEDUC-2016
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estudiante que no “puede” diseñar alternativas propias de acceso al conocimiento, lo que implica
                 inseguridad del docente sobre la propia propuesta de enseñanza.
                        Al mismo tiempo, también son percibidas como estrategias obstaculizadoras, el abordaje de
                 textos sin la explicación del docente. En este caso, la exposición que los estudiantes deben hacer a
                 partir de su propio análisis de los textos, se observa como un esfuerzo realizado en terreno incierto.
                 Las exposiciones se tornan tediosas y la dinámica, quizás pensada por el docente para incentivar la
                 participación del estudiante, no produce el resultado esperado desde la perspectiva del mismo
                 estudiante.
                        En el caso de la materia en la cual se presentaban estas estrategias, los estudiantes señalan
                 al mismo tiempo, notorias dificultades del docente para establecer una dinámica que admita la
                 pregunta, la explicación, lo cual era posible cuando se realizaban consultas en pequeños grupos. La
                 clase, con interrupciones, murmullos, estudiantes distraídos, al parecer resultaba para el docente
                 algo sobre lo cual no tenía dominio genuino, sustituyéndolo por estrategias que no exigían un trato
                 directo con los estudiantes (lectura de textos, para su análisis y posterior exposición de lo analizado
                 en grupos).
                        Y en este caso, parece pertinente lo expresado por Berisso (2015) 107  …O la educación es
                 simple dispositivo didáctico que justifica su asimetría en cierto magisterio instrumental y – por lo
                 tanto – exige rendimiento para la mera socialización; o bien hay una dimensión ético-educativa, donde
                 donación y exigencia se confunden en un compromiso unívoco.
                        Según este autor, “la exigencia ético-educativa se vale, por cierto, de contenidos enseñados,
                 pero no conforma una orientación centrada únicamente en el conocimiento”. La exigencia implica
                 donación y no espera la “cosecha”, sino más bien la trascendencia, la proyección del otro. Implica la
                 exposición por parte del docente como individuo, en su corporeidad, su historia, frente a un otro,
                 dispuesto a una pluralidad de perspectivas y otros mundos que esa otra porta y plantea, asimismo,
                 en el vínculo que se ejercita en la experiencia educativa.
                        Esa  exposición  del  docente  es  lo  que  los  estudiantes  detectan  (en  las  experiencias  de
                 aprendizajes significativos) como la invitación a recorrer caminos hacia el objeto cultural, desde la
                 pasión, el gesto, el despliegue de un  yo, que se entrega con placer a  otro, reconocido como ser
                 humano que puede ser subyugado, motivado al encuentro con la cultura, en el acto de la transmisión
                 que no desconoce, cuánto de donación implica ésta, de la propia historia, de los propios recorridos.
                        La propuesta se reconoce como una invitación a conocer, en un despliegue de aspectos de
                 la disciplina que propone accesos y prácticas diferenciadas, alternativas al mero uso instrumental
                 de la misma, exige niveles de apropiación que involucran un compromiso del individuo desde sus
                 emociones, la capacidad para la metáfora y la creación ficcional.
                        La socialización que la escuela pretende lograr a partir de la transmisión cultural, estará
                 reducida a la aspiración de formar parte del engranaje social, si no encuentra el sentido genuino de
                 integrar y participar de una sociedad, lo cual implica el despliegue de cada individualidad y el
                 reconocimiento  de  la  alteridad,  del  otro,  que  interpela  y  posibilita  en  esa  interpelación,  la
                 reafirmación de lo propio, en un juego dialéctico.

                 Algunas conclusiones
                        Como fruto de escasas experiencias de análisis de sus propias trayectorias, el indagar en las
                 causas de logros y dificultades del recorrido académico resultó difícil y un porcentaje muy bajo de
                 los entrevistados pudo establecer una distancia entre sus vivencias y la realidad objetiva, llegando
                 a razones más profundas. Las razones del éxito o el fracaso en determinadas materias se visualizan
                 en estrecha relación con la dinámica que cada profesor le imprime a su materia, sin que se perciba



                 107 Berisso,  D.  (2015)  ¿Qué  clase  de  dar  es  dar  clase?  Alteridad,  donación  y  contextualidad.  Buenos  Aires:   243
                 Antropofagia.
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