Page 277 - LIBRO DE ACTAS-II-JORINVEDUC-2016
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Monteiro revela en sus palabras la consolidación de otro paradigma de pasantía, basada en
                 el diálogo, en la vivencia compartida, no solo en el estar junto. (Maffesoli, 1988).
                        Para  él,  su  formación  como  profesor  es  tan  importante  como  su  formación  como
                 investigador, en su opinión “tiene que tener un equilibrio, tiene que tener un término medio”, que
                 él evalúa haber conseguido con su actuación en la sala de lectura. En ese sentido, afirma “Yo acredito
                 que estoy teniendo ese medio término y yo voy a ser un óptimo investigador y un óptimo profesor”.
                        Monteiro entró en el Colegio Universitario Geraldo Reis/UFF en 2008 para hacer pasantía y
                 acabó participando en varias actividades. Hizo pasantía en la sala de lectura con grupos de 6º y 7º
                 año, participó en un proyecto de refuerzo con los alumnos de 1º, 6º y 7º año y atendió una parte de
                 lengua portuguesa con el grupo de 7º año.
                        De la sala de lectura, el gran aprendizaje que logró es que su trabajo fue hecho con amor y
                 dedicación, ya está en el inicio del cambio que queremos ver en la educación y en el mundo. Para él,
                 la vivencia que tuvo en la sala de lectura es como una llave de oro, como el pote de oro al final del
                 arco iris, pues le posibilitó una experiencia en el magisterio que para él ha sido una importante
                 ventaja en su educación.


                      Yo veo a mis colegas en la sala y veo que tienen algunas dificultades que realmente ellos
                      no enfrentan. Para usted que ya tuvo esa oportunidad de estar desarrollando actividades
                      en el magisterio, usted ve que solo va a ser resuelta aquella dificultad en el magisterio.
                      Sólo que desgraciadamente cuando lo descubre ya es demasiado tarde, ya no se va  a
                      formar  y  va  a  acumular  aquellas  inseguridades,  aquellas  dudas,  es  lo  que  termina
                      sucediendo con muchos profesores, ellos no tienen esa opción, esa oportunidad que yo
                      tuve  y  cuando  ellos  van  a  las  aulas,  asumen  un  curso  y  pasan  esa  inseguridad  a  los
                      alumnos, que a partir de ahí va empeorando, empeorando.


                        En Chevalier y Gheerbrant (2006) la clave es “el símbolo del misterio a revelar, del enigma
                 a  resolver,  de  la  acción  dificultosa  a  emprender,  en  suma,  de  las  etapas  que  conducen  a  la
                 iluminación y el descubrimiento” (p. 223) Poseer la clave significar haber sido iniciado, indica el
                 acceso a un grado iniciático. El arco iris es el camino y el medio que lleva al pote de oro, que es el
                 metal perfecto (Chevalier y Gheerbrant, 2009, p. 77). Así para Monteiro, la sala de lectura es, por
                 consiguiente, la experiencia que lo llevó por ese camino al oro, que lo inicia en la docencia.
                        En el año 2009 fui invitada a coordinar la biblioteca del Colegio Universitario/UFF, con el
                 cometido de promover una integración entre los profesores y los alumnos pasantes.
                        Monteiro nos dice que en el magisterio no es posible ser sólo un profesional, no es posible
                 ser indiferente a lo humano, no es posible la docencia sin amor:  enseñar es ver con los ojos del
                 corazón (Hillman).
                        La sala de lectura, sin dudas, representó un importante marco en su formación. Considera
                 que tiene (que brinda) una propuesta fantástica, que es muy bien desarrollada y que ha sido muy
                 importante para todos los que pasan por ella. En su opinión “un colegio sólo podría existir si tuviese
                 una sala de lectura.”

                 Consideraciones finales

                        Como vimos, la asociación universidad- escuela en la formación inicial de profesores implica
                 en sí potencialidades, desafíos y la necesidad de romper con concepciones y prácticas pautadas en
                 la racionalidad técnica. Faltaría, todavía, destacar algunos aspectos que necesitan ser considerados
                 si realmente pretendemos abrazar esa propuesta para la formación de profesores.
                        El  reconocimiento  de  la  escuela  como  importante  lugar  para  la  formación  inicial  de
                 profesores no es sustituir el papel de la universidad, por lo contrario, es potenciarla. Lo que está en

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