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criterio de cada unidad académica”), que se podría equiparar con la carga horaria de los dos niveles
de Lengua Extranjera. No obstante, aquí se presenta un problema, por cuanto el Plan de Estudios de
nuestra carrera no consigna la carga horaria de dichas materias, razón por la cual no se los puede
considerar.
Continuando con la evaluación y tratando de reflexionar sobre otros aspectos vinculados a
la carga horaria, podemos señalar que, en el Ciclo de Profesorado en Letras, hay una gran
acumulación de carga horaria en los primeros años de la carrera, siendo la de cuarto año
considerablemente menor. Esto podría ser una de las causas de deserción estudiantil en estos
primeros años. En segundo y tercer año están acumuladas materias de Formación Pedagógica y de
Formación Específica, y al tener tan importante carga horaria le requiere una mayor exigencia al
alumnado. Por otra parte, se observa que las materias cuatrimestrales tienen una carga horaria muy
dispar, del mismo modo que las materias anuales si se las compara entre sí. Se desconoce el motivo
de esta notoria desigualdad, ya que puede deberse a la diversa cantidad de contenido teórico de
cada materia o a la prioridad que se le otorga a cada una dentro de un determinado campo.
En lo concerniente a los campos de formación, se puede observar una gran disimilitud del
campo de Formación Práctica Profesional con otros campos, especialmente el de la Licenciatura
que cuenta con una única materia de formación específica en investigación. El campo de Formación
Específica (Disciplinar) es el que posee mayor cantidad de materias y carga horaria, seguido por el
de Formación Pedagógica. Respecto del campo de Formación General, hay dos materias (Lengua
Extranjera Moderna I y II) que son extracurriculares y cuya carga horaria no se explicita, aunque
son obligatorias para la obtención del título. Se observan más materias de literatura: el ciclo básico
tiene 22 materias de las cuales 10 pertenecen a la rama literaria y sólo 4 a la lingüística. En el
Profesorado se observa que, de primero a tercero, cada año tiene más de 600 horas anuales. En
cambio, cuarto año apenas tiene 320 horas en total.
Para ser profesor, el Campo de Formación de la Práctica Profesional solo tiene 192 horas.
En cambio, para ser licenciado el Campo de Formación de la Práctica Profesional tiene 800 horas.
Es evidente que, para ser profesor, la práctica profesional tiene un déficit en cuanto a la carga
horaria. En cuanto al área de la formación práctica de la Licenciatura, la formación en investigación
está circunscripta fundamentalmente a una sola asignatura, considerando esto insuficiente.
Asimismo, al contar la carrera con dos tramos diferenciados de formación (Profesorado y
Licenciatura), debieran tener una configuración diferente, esto es, que permitan mayor
independencia de cursado entre uno y otro. Tal como está estructurado, la Licenciatura se cursa
ineludiblemente después del Profesorado y no de forma paralela como sería deseable.
Por otra parte, en relación a la selección de contenidos, los datos que arrojaron las matrices
descriptivas informan sobre un currículo incompleto, por lo tanto, insuficiente para la formación
de docentes investigadores en campo específico de la Lengua y la Literatura, según criterios
establecidos por ANFHE. Además, la selección de contenidos no atiende el perfil del egresado
pensado en el Plan de Estudios vigente, porque privilegia la formación disciplinar por sobre la
pedagógica y la formación en las prácticas carece de contenidos. Esto alienta nuestra percepción de
un currículo fragmentado y escindido de la realidad social, con una concepción enciclopedista del
conocimiento y nuestra convicción de que requiere un replanteo general.
Así, podemos señalar en primer término, que el Ciclo Básico se basa en tres líneas
curriculares: lingüística, literaria y cultura clásica (Resolución 0280/06 CS: 39). Presenta un
carácter academicista centrado solo en el desarrollo de disciplinas específicas que refieren al objeto
profesional, con una orientación clara a la Literatura, asignatura que se dicta en los primeros tres
años de cursada del Ciclo Básico: 2 (dos) literaturas en primer año, 4 (cuatro) en 2do. Año y 5
(cinco) en tercero. Cada una de estas asignaturas se repite y responden a una organización
historiográfica cuyo punto de partida es europeizante. Ángel Rama al referirse al Sistema Literario
Hispanoamericano señala que esta forma de pensar la literatura es reduccionista desde el punto de
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