Page 49 - LIBRO DE ACTAS-II-JORINVEDUC-2016
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como por ejemplo entre la perspectiva interpretativa y la Investigación Acción Participativa, no lo
son tanto, si es la direccionalidad teórica la que orienta la reflexividad o el proceso de pensar.
Para finalizar, la construcción colectiva de la propuesta de La Clase mediante el activo
protagonismo de todos, fue creando las condiciones de posibilidad de una comunidad de práctica,
una identidad compartida, la construcción de esquemas referenciales comunes, una identidad de
significación. Se trata de formas de aprendizaje social. Así, la participación activa de todos en el
contexto de la clase, el progresivo compromiso de cada uno en la solución de un problema planteado
como tarea colectiva, tal como producir conocimiento sobre las características de Nuestra Clase, fue
generando el ambiente propicio para la emergencia de una comunidad de práctica (Wenger) y la
construcción de una identidad compartida, un quienes somos y cómo interpretamos lo que hacemos.
Conformamos una comunidad de práctica, porque teníamos una tarea en común, la investigación
educativa de Nuestra Clase, ellos desde su lugar de alumnos yo desde mi lugar de profesora. En La
Clase aprendimos y construimos una identidad de participación que nos condujo a perspectivas
semejantes porque experimentamos un proceso de intercambio cognitivo, social y emocional
orientado hacia un propósito común, hacia la resolución de un problema. Alcanzamos la construcción
intersubjetiva durante un intenso proceso activo de cognición y pensamiento. Nos fuimos haciendo
poco a poco, en la práctica social de La Clase.
Algunos desafíos de la formación docente en investigación educativa:
La formación docente en investigación educativa ha sido y sigue siendo objeto de estudio y
de reflexión. Desde nuestra experiencia en los procesos formativos, nos animamos a afirmar que la
participación, la autonomía, la posibilidad de emancipación, la capacidad de pensamiento crítico, no
están dadas, se construyen a través de largos y hasta dolorosos procesos formativos. Decimos
dolorosos porque exigen importantes esfuerzos de ruptura con nuestras ideas naturalizadas, exigen
importantes ejercicios de autosocioanálisis (Bourdieu) de inventario de las huellas (Gramsci), hasta
reconocer quiénes somos y cómo y porqué pensamos como pensamos. La participación, la
disposición crítica deben ejercitarse, deben construirse mediante procesos que articulen los
conocimientos teóricos con las prácticas concomitantes. Es necesario practicarlos, es necesario
experimentarlos y más aún es necesario reflexionar sobre ellos para reconocer que se trata de
construcciones sociales
En términos pedagógicos significa animarse a correr del lugar del saber y mantener una
extrema vigilancia sobre las huellas formativas que tenemos los docentes y que nos impulsan a “decir
demasiado”, a intervenir y protagonizar y, sobre todo, a posicionar al alumno en el lugar del no saber.
Para finalizar entendemos que la relación entre investigación educativa y formación y
práctica docente es ineludible, si pretendemos formar profesionales reflexivos y críticos. Es la
práctica de la Investigación Educativa la que permite transformar sujetos enajenados del
conocimiento en sujetos que trabajan dialécticamente con él y se transformen en el mismo proceso
de trabajar críticamente con el conocimiento.
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