Page 104 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei Gabri e l Berm údez Casti llo
negra masa del vehículo, y el chillido anterior volvió a
escucharse. A su derecha se escuchó un nuevo
estampido, más profundo que los anteriores, y una
lengua de fuego brotó de entre las rocas... Una figura
disforme, con cuatro patas, una cabeza alargada, y algo
con dos brazos, como una protuberancia más, uno de
los cuales agitaba un largo palo... «Un hombre
montado a caballo, ignorante» se dijo Sergio,
recordando las láminas que había estudiado en la
Ciudad. «Un hombre montado a caballo, y armado con
un fusil...»
Durante unos segundos se recrudeció el tiroteo. Del
inmóvil vehículo surgían llamaradas de varios lugares,
y por lo que pudo deducir, los asaltantes formaban un
arco situado a su derecha, entre el vehículo y las
agrestes estribaciones de la cordillera. Fue contando
uno a uno los lengüetazos de fuego, y pudo darse
cuenta de que los asaltantes eran seis, y además, el
hombre del caballo, que, como si fuera inmune a las
balas, saltaba de un lado a otro, lanzando broncos
gritos que no logró comprender...
Era mucho menos denso el fuego de la carreta. Quizá
no hubiera dentro de ella más de dos o tres hombres, a
juzgar por el ritmo de sus disparos.
Un aullido procedente de un nido de rocas le
sobresaltó. Vio una figura negra saltar en el aire,
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